viernes, 4 de septiembre de 2009



Proyectil proyectado a gran velocidad impacta con el *espejo adolescente, se ocasiona el sentido fallecimiento del ojo ya perdido de la casa de algún hombre -bueno o malo, hombre al fin y al cabo-. Chillan los niños, ladran los perros, chillan los perros y ladran los niños, el autor confeso se da a la fuga. El hogar de un niño ahora ya adulto -lejos de ese encuentro- ha quedado tuerto.

*me refiero así por la fanática práctica de los mozalbetes de reflejarse en todo lo que proyecte su imagen

martes, 18 de agosto de 2009




Tan desprotegida se sentía, a ella le parecía como si fuera el puente entre lo íntimo y lo profano. Lupita, la vecina le decía que pecaba de ególatra, ella lloraba su amarga transparencia. Los acontecimientos que se sucedieron tiempo después, fue una mera casualidad –para ella era causalidad-. Enrejaron su vergüenza y desdicha y por fin sonrió complacida.

lunes, 17 de agosto de 2009




Ojo pequeño, vivaz e inocente, entre las metálicas pestañas rectas se escabulle, parece inmóvil, pero su alma inquieta revolotea de aquí a allá. Imperceptible y mágica.

domingo, 2 de agosto de 2009



Cada tarde se sentaba a contemplar el paso de las horas; rutina algo silenciosa e imperceptible. Nadie notó cuando empezaron a caer sus dientes, ni el blanqueamiento de su cabello, tampoco nadie notó cuando sus hábiles manos dejaron de tejer aquellas trenzas de eternas soledad, ni cuando dejó de faltarle el respeto a la escritura y nadie supo cuando se le nublaron los ojos y su banal divertimiento dejó de serlo.

Nadie solía ser buena compañía, ahora llora su soledumbre.

viernes, 31 de julio de 2009



Que falta de respeto le parecía a Pancracia –la puerta del 1038-, que el cartero traspasara su densa anatomía y por una rendija colara papeles de colores de variadas procedencias. Ella sufría bochornos cada vez que esto acontecía, nadie lo notaba –para su tranquilidad-. La calma era momentánea, nunca sabía cuando aquel hombrecillo volvería. Por eso practicaba su expresión en el espejo del pasillo.

miércoles, 17 de diciembre de 2008



Se derrumba el tiempo contenido en el adobe descolorido. La transparencia deslumbrante del pasado en un pretérito imperfecto se ha alejado a paso lento sin protagonismo, hoy yacen en un arco iris melancólico sus últimos tintes, estos ya no pertenecen a la gama cromática elegida por su primer amo.

lunes, 15 de diciembre de 2008



El sol otorga un aura mística, que traspasa el delgado cristal de la ventana, la cortina revolotea como vuelos de golondrinas y el caos adentro es parte de la entropía universal. Así, sin más ni más el tiempo corre rítmicamente aunque en ocasiones pareciera detenerse.