Era sólo –de solamente y soledad- un peluche exótico. Un día sin más ni más, se levantó, cruzó la puerta, arrancó de un zarpazo lo que vio a su alrededor, lanzó un grito hondo desde las entrañas y se tumbó en el suelo. Soñó con buenos tiempos en la selva, con su sensualidad perdida, con sus presas temerosas… Llegó Catalina, lo jaló por la cola y lo devolvió a la repisa de los peluches polvorientos.
Ilustración de David Correa
3 comentarios:
Que honor mas honorífico ser el acompañante de tan lindo cuento :P
Gracias por el crédito
David Correa
Al contrario, aquella pantera peluchística es quien inspiró al cuento de catalina.
:)
Que penaaaaaaaaaaaaaaa :(
...es todo lo que puedo decir al respecto.
Maldita Catalina.
XD
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