sábado, 19 de abril de 2008

A un gato muy pesado


Era sólo –de solamente y soledad- un peluche exótico. Un día sin más ni más, se levantó, cruzó la puerta, arrancó de un zarpazo lo que vio a su alrededor, lanzó un grito hondo desde las entrañas y se tumbó en el suelo. Soñó con buenos tiempos en la selva, con su sensualidad perdida, con sus presas temerosas… Llegó Catalina, lo jaló por la cola y lo devolvió a la repisa de los peluches polvorientos.



Ilustración de David Correa

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que honor mas honorífico ser el acompañante de tan lindo cuento :P

Gracias por el crédito

David Correa

Elena Mardorf dijo...

Al contrario, aquella pantera peluchística es quien inspiró al cuento de catalina.

:)

Srta. Lepidóptera dijo...

Que penaaaaaaaaaaaaaaa :(

...es todo lo que puedo decir al respecto.

Maldita Catalina.

XD