miércoles, 3 de septiembre de 2008

No tengo rostro, se borró, se me cayó a pedazos píxel por píxel. Luzco mis patas pezuñentas y popochonas. Me paseo cauto, hábil sobre 4 puntos de contacto con el suelo, que no es precisamente la pachamama. Estoy adosado a la tierra, mi músculo cardíaco no es más que eso; un trozo sangrante y latiente de carne que me permite transitar a un ritmo jazzístico.

No me río con frecuencia, la verdad, creo que nunca lo he hecho. Lo siento, es que a veces se me olvida que voy sin mascara, se me olvida que no grito y que tampoco pienso, sólo deambulo a paso corto.

Me gusta pensar en tiempo pretérito, creo que es un mal congénito que disminuye mi visión periférica.



sín título ni nada.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es como leyendome leyendote... palabras de ahora y de antes.

:)

Elena Mardorf dijo...

así sin más ni más, la casualidad.




PD: el blog tomó vida propia y me fastidia con las tipografías, pero no importa el fin se sobre-pone a la forma.

Anónimo dijo...

Post-data, sin data: jejejje si caché, pero le da un toque

Srta. Lepidóptera dijo...

"...mi músculo cardíaco no es más que eso; un trozo sangrante y latiente de carne que me permite transitar a un ritmo jazzístico."

la frase de la vida

(sin mas palabras)

Elena Mardorf dijo...

jajajaja te excedes mi comai